La simple resolución de un problema en el que intervenga una operación aritmética requiere de habilidades verbales, espaciales, conceptuales y razonamiento. Con el objetivo de ir desarrollando el razonamiento matemático y abstracto, la comprensión y adquisición numérica es imprescindible aportar situaciones en las que los alumnos identifiquen estos conceptos en situaciones de la vida cotidiana y su entorno inmediato.